La vida en la depuradora

A estas altura de la temporada uno ya no cuenta con ver nada "especial" por la depuradora, solamente contemplar cómo evoluciona la vida. Pero tuve la bonita sorpresa de encontrar un extraño visitante. Una especie nueva para mí en este lugar: un precioso ejemplar de zampullín cuellinegro.

Esta maravilla se aseaba y alimentaba en una de las balsas. La primera vez que lo veo aquí. Ojalá que no la última. Hace unos cuantos años empezó a criar en Navarra y parece que va cogiendo campo.

El chorlitejo chico cría de forma regular. Había una pareja que la hembra parecía tener el sitio ya elegido y estaba tumbada pero el macho seguía buscando lugares alternativos.
Verlos incubando, ahí en el suelo sin ninguna protección, a la vista de cualquier depredador que se acerque, parece que tiene que ser complicado. El macho suele patrullar cerca y cuando otra ave se acerca sale a despecharla sin contemplaciones. Cuando el que aparece es más peligroso: gato, culebra, persona... la propia hembra deja el nido y finge estar herida con el ala caída. Lo que haga falta para llamar la atención y alejar el peligro del nido.


Chorlitejo chico incubando. Foto del año pasado. Este año no están tan a pie de camino.

Entre las acuáticas crían el zampullín, el ánade real y la focha. Las primeras polladas de azulones ya hace días que se vieron. Por alguna razón el índice de pollos es muy bajo y las hembras apenas arrastran 5-6 pollitos tras ellas. Siempre hay excepciones, por supuesto, pero creo que el éxito reproductivo es muy bajo. A los que crían dentro del agua les va mejor.



Focha alimentando a uno de sus llamativos vástagos






Esta pareja de aviones justamente han terminado su nido y aún no están incubando. A veces entran los dos y pasan un rato juntos con la cabeza asomada



Son muchos los campos de cereal que están totalmente amarillos. Algunos incluso COSECHADOS!!! Mal papel para aguiluchos cenizos y demás especies que los utilizan de lugar de cría



Y dos notas de color: el llamativo jilguero...





... y este semáforo andante. Prodigio de colores al que lamentablemente no sé poner nombre



No es precisamente "fauna salvaje" los protagonistas de esta historia que me entretuve en contemplar días atrás, pero es vida al fin y al cabo.


Esta oveja había parido un cordero y el segundo estaba en camino. La pobre no lo estaba pasando muy bien y ya no sabía como ponerse. Se tumbaba, andaba, se agachaba... y no paraba de balar. Mientras el cordero ya nacido buscaba amamantarse donde la genética dice que deben estar los pezones, pero la pobre oveja arrastraba una mastitis de calibre descomunal y el cordero era incapaz de dar con ellos.




Finalmente, con más pena que gloria el segundo cordero vio la luz y la madre procedió a comerse la placenta y limpiar al segundo vástago.




Y el primogénito, muerto de hambre, a lo suyo, a la imposible misión de localizar unos pezones que no están donde deberían estar.  En la naturaleza el final de la historia estaría claro. Aquí también.